Día Mundial del Parkinson. 11 de abril
El Parkinson es una enfermedad que afecta al sistema nervioso, concretamente en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos. Dicha enfermedad es un proceso crónico perteneciendo al grupo de trastornos que tienen su origen en la degeneración y muerte progresiva de unas neuronas llamadas dopaminérgicas, cuyo neurotransmisor primario es la dopamina, y que cumplen funciones en el sistema nervioso central como son: movimiento, memoria, recompensa agradable, atención, sueño, humor, aprendizaje…. Debido a estas caracteristicas, se considera que el parkinson es una enfermedad neurodegenerativa.
Síntomas en la enfermedad del Parkinson
Los síntomas se manifiestan cuando se produce una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular. Esta pérdida neuronal se localiza en la zona de unión entre el cerebro y la médula espinal, el tronco del encéfalo, particularmente en aquellas neuronas que se hallan en un núcleo llamado sustancia negra y más concretamente, en una porción de este núcleo que se denomina la parte compacta. Por tanto, el nucleo se palidece a medida que las neuronas de la sustancia nigra desaparecen y entonces se deja de producirse el neurotransmisor llamado dopamina.
Como consecuencia de la degeneración de la sustancia nigra, disminuyen los niveles de dopamina, apareciendo los trastornos característicos de esta enfermedad:
- Temblor en reposo: Desaparece ante el movimiento voluntario y durante el sueño, variando la intensidad y amplitud de éste durante el día. Afecta sobre todo a las extremidades superiores. Dichos temblores empeoran con el cansancio, ansiedad y fármacos estimulantes del sistema nervioso.
- Bradicinesia: Se conoce como la lentitud del movimiento. Son evidentes en actividades de habilidad o precisión, por ejemplo coser, abrochar un botón,…
- Rigidez o aumento del tono: Es la resistencia que se ofrece a la realización del movimiento pasivo, ya sea en flexión o extensión. Esta rigidez es mas evidente en zonas distales (muñecas y tobillos).
- Transtornos posturales: La postura habitual del paciente tiende a la flexión del tronco, de la cabeza y de las cuatro extremidades. La marcha también se altera, con tendencia a la propulsión y a realizar pasos cortos. En periodos avanzados de la enfermedad, el paciente puede presentar bloqueos de la marcha con pasos pequeños sin apenas desplazamiento y con una gran inestabilidad para girar.